Aislamientos acústicos del tipo "masa-muelle-masa"
Aislar acústicamente no es una tarea fácil. El aislamiento acústico se consigue principalmente gracias a la combinación de materiales de densidad superior a los 300 quilogramos por metro cúbico, que rompan la onda sonora y que la absorban. Un sistema muy utilizado es el llamado masa-muelle-masa: la masa se consigue con un material de alta densidad, seguido de una capa de material elástico que frene la onda (muelle) y finalmente otra capa de material denso (masa). De esta forma se consigue “filtrar” la onda sonora en su sucesivo paso por los diferentes materiales. En algunos casos, para finalizar este proceso es necesario un último material absorbente y que la instalación no tenga contacto directo con la estructura del edificio, para evitar la transmisión de la onda sonora a las vigas. Esto se consigue mediante silentblocks que amortiguan la onda antes de llegar a la estructura.
Los materiales habitualmente más utilizados para una insonorización son las placas de yeso tipo Pladur y la lana de roca, aunque existen también otros materiales especialmente creados para la insonorización.
La lana de roca es un material fabricado a partir de roca volcánica. Tiene propiedades ignífugas y protectoras del calor, y gracias a su estructura multidireccional y elástica frena el movimiento de las partículas de aire y frena la onda sonora. Este material constituye la “masa” de la que se ha hablado anteriormente.
Pero no es únicamente una cuestión de materiales y disposición de éstos: es necesario que las juntas de instalación de estos materiales sean absolutamente estancas: puede imaginarse el sonido como un líquido que puede salir por cualquier apertura que tenga su recipiente, si alguna junta no está bien sellada, el sonido saldrá por esta apertura y la insonorización habrá perdido su utilidad.